Howth, acogedor pueblo pesquero

En un par de ocasiones os he mencionado a Howth, un agradable pueblo pesquero que se encuentra al norte de Dublín y que se presta magníficamente a hacer la típica escapada de unas horas para disfrutar del aire del mar y de los paisajes clásicos irlandeses.

La excursión a Howth os puede llevar a lo sumo tres o cuatro horas. No es ni mucho menos una localidad grande ni que necesite de varias horas para recorrerla. Muy al contrario, apenas cuenta con un barrio y casi más restaurantes que casas en sí, y hablo, claro está, de la parte turística.

Sin embargo, tiene un encanto inigualable. En primer lugar porque os permitirá despejaros del ambiente urbano de Dublín y en segundo lugar porque, por su situación geográfica, Howth está totalmente abierta al mar lo que le da esos aires pesqueros tan característicos.

Cuando salgáis de la pequeña estación de tren, y tras escasos metros, os enfrentaréis al intenso azul del Mar de Irlanda, y al acogedor puerto pesquero donde los barcos de pescadores y las embarcaciones de recreo se hacen su pequeño hueco para balancearse al compás marino.

El paseo os llevará, bordeando el puerto, junto a restaurantes y pescaderías, lugares a los que los mismos dublineses acuden a comer un exquisito marisco o pescado.

Lo curioso de muchos de estos sitios es que algunos locales cuentan con una zona de pescadería, donde venden los productos del mar directamente a la calle, como cualquier mercado, pero también cuentan con una zona de restauración donde comerlos. La operación es tan rápida y fresca como elegir tu propio pescado y pedir que te lo cocinen.

Del mismo modo, Howth es conocida por sus productos frescos de la tierra, por sus verduras naturales y sus hortalizas. Lugar ideal, pro tanto, para escaparte a darte una buena comida.

Sí, Howth también tiene su propio castillo, e incluso su propio museo, el Howth Harbour Gallery. Incluso podréis ver la Torre Martello mencionada en la mítica obra de James Joyce, «Ulises», pero es el mar lo que atrae de esta localidad.

El paseo junto a la dársena del puerto os llevará después de unos 400/500 metros hasta el «morro» desde donde tendréis una de las mejores vistas de esta parte norte de Dublín.

Desde allí tendréis la oportunidad de divisar la preciosa estampa que dibuja el faro, recortado contra el horizonte, alzándose en una pequeña entrada que se introduce en el Mar de Irlanda.

Más allá se divisa un pequeño islote, santuario de aves y especies marinas, al que denomina el «Ojo de Irlanda» (the Ireland’s Eye) por su dominio del mar y su posición en el centro de la bahía de Dublín.

El tiempo parece detenerse por segundos. Sentado en los escalones de aquel pequeño morro, simplemente aspiré el aire del mar, hinché los pulmones, y casi sin notar el intenso frío que corría, me entretuve unicamente en mirar ora el faro, ora el islote, en divagar pensando en cómo sería estar en uno de aquellos pequeños barcos, surcando aquellas azules aguas; en cómo vivirán sus habitantes con apenas el ruido del mar y de las gaviotas continuamente revoloteando sobre sus cabezas.

Howth es MAR, en mayúsculas. Es libertad.

Cómo llegar a Howth

Es muy sencillo alcanzar esta localidad. No hay más que tomar el Dart, el sistema de transporte ferroviario de cercanías que tiene Dublín, en la estación de Connolly, o bien en la de Tara Street o en la de Pearse y, desde ahí marchar hacia el norte bordeando toda la bahía.

El billete del Dart, que podéis sacar fácilmente en las máquinas expendedoras de la estación, cuesta 4,4 euros pero con la ventaja de que podéis subir y bajar cuantas veces queráis en el trayecto intermedio.

Si hacéis el viaje directo, el trayecto discurre en poco más de 20 minutos.

Si miráis los mapas de transporte locales es la línea verde, la que hacia el sur se dirige a Greystones, y al norte hacia Howth y Malahide, últimas paradas.

• Tenéis más información de transportes en: el Dart en Dublin.

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